Siempre he sido una persona constante. Cumplidora, enfocada, con planes y listas… hasta que todo eso dejó de sostenerme.

El burnout no llegó de golpe.

Se coló en mis días con la rutina moderna,

las exigencias del trabajo, y una sensación persistente de estar apagándome sin saber por qué.

La disciplina rígida, la que siempre me funcionó, dejó de ayudarme.

Me estaba haciendo más daño que bien.

Andaba en piloto automático.

Tuve que parar.

Escucharme.

Ser brutalmente honesta con lo que quería

y sobre todo, con lo que ya no quería seguir sosteniendo.

Así nació mi side project que hoy es mi proyecto principal: ✦ Cápsulas Ágiles.

Y con él, un sistema más humano para crear desde el entusiasmo, sin exigencias, sin agobio y con espacio para respirar.

Gracias a sostener algo que me hacía bien (aunque no encajara en ninguna estrategia de marketing), hoy somos más de 600 personas recibiendo cada semana ideas reales para cultivar la constancia creativa.

Y aunque mi historia profesional tenga sus títulos: ingeniera de sistemas, MSc en marketing, certificada en agilidad y coaching creativa, desarrolladora de negocios, planner de marketing/comercial, lo que realmente marcó la diferencia fue haber usado todo eso a favor de algo que me movía.

Por eso creé el Club de la Constancia.

Porque sé lo difícil que es continuar sola.

Y lo poderoso que es tener una red, un ritmo y un sistema que te acompañen de verdad.